jueves, 27 de mayo de 2010

Carlos ll

Carlos II fue la última, la más degenerada, y la más patética víctima de la endogamia de los Austrias. Estas palabras, del historiador británico John Lynch, pueden parecer excesivas y algo cargadas en los adjetivos. Pero si echamos un vistazo al historial médico del que durante treinta y cinco años fuera el rey Carlos ll de España quizá cambiemos de opinión.

carlosII

Carlos II fue el último hijo del rey Felipe IV y, para regocijo del monarca, el único varón legítimo. Parece ser que el propio Felipe había confesado que este hijo fue producto de la última cópula que logró mantener con su segunda esposa Marina de Austria , lo que dio lugar en la Corte de la época a cierta mofa, atreviéndose uno de los médicos del monarca a decirle que “su majestad dejó para la reina sólo las escurriduras”.

Sea como fuere, Carlos II padeció a lo largo de su vida frecuentes catarros, desarreglos intestinales, prognatismo (rasgo característico de los Austrias), retardo motor, hidrocefalia, raquitismo, oligofrenia, sarampión, varicela, rubeola, viruela, hinchazón crónica de las extremidades, epilepsia, esterilidad y una más que segura impotencia.

Hasta los 4 años no consiguió ponerse en pie y sólo pudo caminar a los 6 años. No consiguió que su lenguaje fuera inteligible hasta los 10 años y sólo un año después acometió la lectura y la escritura, actividades que, según parece, nunca fueron de su agrado ni llegó a dominar. Cuando ya tenía 25 años, el nuncio papal relataba en uno de sus informes a la Santa Sede que el rey no podía estar derecho a menos que se apoyase en una pared, en una mesa o en otra persona.

Sus contemporáneos acabaron por achacar todos estos males a cierto hechizo que había recaído sobre el monarca, llegando a poner nombre y apellidos a los culpables de tal encantamiento. Nosotros, que reconocemos el encanto literario que el sobrenombre de el Hechiceros da a la penosa vida de Carlos, creemos más bien que todo virus o bacteria que visitaba la Corte encontraba refugio en su endeble naturaleza.

La obsesión de los Austrias por los matrimonios entre familiares y un mal entendido principio de legitimidad en la sucesión a la Corona posibilitaron que este hombre, cuya única afición conocida fue la de frecuentar la pastelería de palacio, llegara a reinar. Su reinado, en cuyo gobierno el monarca no tuvo participación alguna, no fue ni mejor ni peor que el de sus antecesores inmediatos y su mayor proeza fue la de estampar la firma en el testamento que abriría las puertas de España a los borbones y a la Guerra de Sucesión. Pero de todo esto ya hablaremos cumplidamente otro día.

El día 1 de noviembre de 1.700, a los 38 años de edad, Carlos II moría después de semanas de agonía. Dos días después se le practicaba la autopsia, de la que el Marqués Ariberti filtró que “no tenía el cadáver ni una gota de sangre; el corazón apareció del tamaño de un grano de pimienta; los pulmones, corroídos; los intestinos, putrefactos y gangrenados; un solo testículo, negro como el carbón, y la cabeza llena de agua”.

Modernas investigaciones han concluido que Carlos II padecía el sindrome de klinefelter . Nosotros estamos seguros de que el hombre debió padecer mucho, tanto como España tuvo que padecer al rey.

Felipe IV

Felipe IV (Valladolid, 1605 - Madrid, 1665), hijo de Felipe III y Margarita de Austria, reinó entre 1621 y 1665, tras el inesperado fallecimiento de su padre el 31 de marzo, recién cumplidos los 16 años. En 1608 juró como príncipe y futuro rey de España (concepto que incluía Portugal, con su extenso imperio). Desde los reyes visigodos solamente Felipe III y él mismo tenían tal título. Como heredero recibió una educación propia de su rango, mostrándose despierto en el aprendizaje del oficio real. Por los intereses de la monarquía se concertó su primer matrimonio con Isabel de Borbón (1615), a una edad muy temprana, con 10 y 12 años, respectivamente. En 1648 se casó con Mariana de Austria y de ambos matrimonios nacieron doce hijos, de los que solamente tres sobrevivieron: María Teresa (futura esposa del rey de Francia, Luis XIV, cuyo matrimonio permitió el acceso de los Borbones al Trono de España), Margarita Teresa y el futuro Carlos II. Además tuvo varios hijos naturales, siendo el más célebre Juan José de Austria (1629-1679), fruto de una relación con una conocida actriz, la comedianta Josefa Calderón.

El monarca fue un mecenas de las artes y las fiestas en la Corte, promoviendo la creación literaria, artística y teatral. Al igual que Felipe III, el monarca cedió los asuntos de Estado a la figura de los validos como favoritos reales, entre los que cabe destacar el Conde-Duque de Olivares (1621-1643), que intentaron acaparar las principales funciones del gobierno de la Monarquía. Los influyentes personajes de la Corte confiaban que el nuevo soberano llevaría a la monarquía hispánica a recuperar el prestigio y poder de tiempos pasados. Pronto se desvanecieron las expectativas ya que el monarca no se adaptó al modelo burócrata de Felipe II.

El reinado de Felipe IV, que intentó tener un carácter reformista, afrontó una recesión económica, con cuatro bancarrotas de la Real Hacienda (1627, 1647, 1656 y 1662). La crisis económica, que también se dejó sentir en Europa, tuvo una mayor repercusión en España por los elevados costes financieros de la política exterior que provocó una subida de impuestos, la retención de las remesas de metales preciosos de las Indias, la venta de juros y cargos públicos, revueltas contra el centralismo castellano,...

La agresiva política exterior de Olivares en Europa pretendía mantener la hegemonía española en el continente, y para ello no se escatimaron recursos contra los dos conflictos principales (las Provincias Unidas y Francia): Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas (1621), rendición de Breda (1624-1625), Guerra de los Treinta Años (en apoyo de los Habsburgo austríacos), Guerra de Sucesión de Mantua (1629-1631), conflictos bélicos con Inglaterra y Francia,...

La política exterior del Conde-Duque tuvo repercusiones negativas en el ámbito nacional. Los reinos de la Corona de Aragón se rebelaron cuando se les reclamó una aportación para financiar las campañas europeas; en 1640, el Principado de Cataluña (los segadores congregados en Barcelona con motivo de la procesión del Corpus Christi se sublevaron y, tras asesinar al virrey, proclamaron la secesión de Cataluña) y Portugal se sublevaron contra Felipe IV, motines que produjeron la caída del Conde-Duque, sustituido por Luis de Haro. El Tratado de Westfalia (1648) reconoció la independencia de las Provincias Unidas mientras que por la Paz de los Pirineos (1659) España cedía a Francia el Rosellón, parte de Cerdaña y los Países Bajos.

En los últimos años del reinado, la Monarquía está sumida en una profunda recesión y crisis, en la que la autoridad real estaba cuestionada por amplios sectores sociales, además de las campañas militares contra Francia e Inglaterra. En el mismo año que muere Felipe IV (1665) se produce la derrota de España ante Portugal. Los 44 años de reinado de Felipe el Grande sellan la pérdida de la hegemonía española en Europa ante la indiferencia de una empobrecida población.

En el marco de los actos conmemorativos del IV centenario del nacimiento del monarca, la Real Academia de la Historia celebra en abril de 2005 un ciclo de conferencias, que han sido recopiladas enFelipe IV. El hombre y el reinado. Según su coordinador, José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, se ha pretendido revisar la personalidad y obra de Felipe IV frente a las ideas defendidas por los historiadores que califican este reinado bajo la denominación de «Austrias menores». Según Alcalá-Zamora, «pese a los errores y fracasos de la política de su reinado, éste fue uno de los más decisivos y, tal vez, el momento mayor de nuestra historia cultural. Si no aplausos entusiastas, la figura de Felipe IV sí merece interés y respeto, un rey contradictorio, al igual que la España que le tocó vivir, aquella España tan piadosa como pecadora, tan triunfante como anunciadora de su próximo declive, tuvo su reflejo en un monarca atractivo e inteligente, pero débil de carácter». No se debe olvidar que Felipe IV recibió una esmerada educación y su gran curiosidad le acercó a muchas ciencias y saberes, de ahí que formara una magnífica biblioteca, con varios millares de títulos. Además, también fue un gran coleccionista de pinturas, que con el paso del tiempo serían el núcleo del Museo del Prado. Todo ello hizo que Felipe IV fuera un generoso mecenas; así, las artes, las ciencias, las letras y la política fueron sus preocupaciones básicas durante el reinado.

El Escorial


El Escorial es un municipio de la Comunidad de Madrid (España), perteneciente a la comarca de la Cuenca del Guadarrama. Dentro de su término fue erigido, en el siglo XVI, el célebre Monasterio de El Escorial. Sin embargo, esta construcción se encuentra en la actualidad en San Lorenzo de El Escorial, municipio surgido dos siglos después
El Escorial, forma parte de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, realizada por la Unesco el 2 de noviembre de 1984, en referencia al Monasterio y al Real Sitio.
En la segunda mitad del siglo XVI, el término de El Escorial (que aparecía en la grafía del momento como Escurial o Scurial) fue elegido por Felipe II para construir un monasterio conmemorativo de la Batalla de San Quintín. En una carta fechada el 15 de abril de 1561, el monarca dejaba claras sus intenciones al respecto.
Entre los años 1562 y 1598, se llevaron a cabo importantes obras de infraestructura
El perímetro de este espacio quedó vallado mediante de la llamada Cerca de Felipe II, que se extendía por los actuales términos de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Santa María de la Alameda y Zarzalejo.

Felipe lll

Felipe III

Nació el 14 de abril de 1578 en el Alcázar de Madrid siendo el último hijo sobreviviente de Felipe II y Ana de Austria, ya que fue el cuarto de los cinco hijos del cuarto matrimonio de Felipe II con la archiduquesa Ana de Austria.A la muerte de su padre, en septiembre de 1598 ocuparía el trono de España y Portugal, ya que Felipe II consiguió la unidad ibérica en 1581 con la anexión de los territorios de Portugal a la corona española.En abril de 1599 contrajo matrimonio con su prima Margarita de Austria, con la que tuvo ocho hijos.Durante su reinado, el sistema de gobierno fue el mismo que el de los primeros Austrias, aunque pronto se sustituyó por el poder delegado en un valido, debido a la insuficiente capacidad del monarca. Así, desde el comienzo de su reinado, el monarca puso los asuntos de Estado en manos de su valido Francisco de Sandoval y Rojas, marqués de Denia y, más tarde, duque de Lerma. Fue el primero de la serie de validos que rigieron los destinos de España a lo largo del s. XVIII.Entre 1601 y 1606 la Corte se estableció en Valladolid.Aunque continuó la política de hostilidad con los turcos otomanos, y se enfrentó a la enemistad habida con la República de Venecia y el ducado de Saboya, la política exterior de Felipe III se orientó hacia la pacificación.En 1609 se firmó la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos, que representaba el reconocimiento oficial de la existencia de Holanda. Esta paz permitió al gobierno enfrentarse con el problema de los moriscos, cuya integración en la sociedad española se había hecho muy difícil tras las sublevaciones de las Alpujarras, siendo ese mismo año, 1609, cuando decidió su expulsión por motivos religiosos y de seguridad interior.Pero este periodo de paz finalizó en 1618 al comenzar la guerra de los Treinta Años en la que España apoyó al emperador Fernando II de Austria contra el elector del Palatinado, Federico V.También en 1618 y debido al deterioro de la situación política y la crisis económica Felipe III se vio obligado a sustituir a Lerma por su hijo, el duque de Uceda, pero limitándole en sus funciones y por tanto, restándole poder.El reinado de Felipe III supuso el mantenimiento de la hegemonía española en el mundo, pero sus dificultades económicas y la cesión del gobierno a privados o validos predecía ya el declive del Imperio.El 21 de marzo de 1621, atacado de fiebres y de erisipela, expiró Felipe III, a la edad de cuarenta y tres años y tras veintidós de reinado.

Felipe ll


Felipe ll

Nació en Valladolid en 1527, tan delgado y frágil, con la piel tan blanca, los ojos de un azul tan claro y el pelo tan rubio que parecía albino. Ninguno de los razonables temores sobre su salud se cumplieron y se convirtió en un joven de estatura mediana tirando a baja, talle esbelto, andar erguido, hablar pausado, sonrisa blanca, elegante y sencillo en su atuendo, cuidadosísimo de su higiene, con un talante amable, gentil, y un punto de lejanía melancólica. En su cara dominaron de joven los ojos y de viejo, la mirada. El imperio hispánico de Felipe II incluye la Corona de Castilla con todos sus dominios y la Corona de Aragón también con todos sus dominios. A lo largo de su reinado consigue el reino de Portugal con todos sus dominios y colonias. También le pertenecen Franco Condado y los Países Bajos. Durante cincuenta años gobernó el mayor imperio del mundo, definido en la época como veinte veces mayor que el Imperio Romano.No habló cinco idiomas, como su padre: sólo español y portugués con el latín para entenderse

Su educación fue sólo parcialmente buena: en vez de Luis Vives tuvo al cardenal Silícco, en realidad apellidado Guijarro, pero el príncipe, con su amor a los libros, a las artes y a las ciencias, fue forjándose una admirable formación intelectual. Al contrario de lo que suele creerse, no fue un rey sedentario y enclaustrado en El Escorial, sino que viajó largamente por Inglaterra, Países Bajos, Alemania, Italia, el Mediterráneo y el Atlántico, Portugal y Aragón. Incluso en Castilla su movilidad era continua, hasta que en sus diez últimos años de vida la enfermedad lo obligó a moderar sus viajes.el estilo de Felipe II es, pues, reservado de nacimiento. A los 17 años era ya regente efectivo


PRIMER MATRIMONIO

Se casó con su prima María Manuela de Portugal a los 16 años, hija de Juan III rey de Portugal, para reforzar la alianza con Portugal. Pero pronto enviudó al nacer su primogénito, el principe Carlos de Austria (o Habsburgo), luego de un parto de dos días. María Manuela jamás llego a ser reina de España.

AMANTES

Felipe tuvo su época de juerguista y mujeriego, hasta el punto de alarmar a su padre que le llamó la atención. Las damas que trataba eran las de sus hermanas y acabó enamorándose de verdad de Isabel Osoriocon, la que pasó días muy felices en la ciudad de Toro

Muy probablemente haya sido amante de la Princesa de Éboli (Ana de Mendoza y de la Cerda) porque el Rey tenía una furia erótica incontenible con cada dama de la Corte que veía.

SEGUNDO MATRIMONIO

Felipe se convirtió en rey consorte de Inglaterra al desposar a su tía carnal, once años mayor, María Tudor de Inglaterra, con el objetivo político de acercar a Inglaterra al catolicismo y a la corona española. En 1554 viajó a Inglaterra para casarse con María Tudor. Su matrimonio con María Tudor lo convirtió en rey consorte de Inglaterra. Felipe no correspondía a esa pasión, aunque fue muy considerado con su poco agraciada esposa, ella luego fallece y el queda nuevamente viudo.

TERCER MATRIMONIO

Los roces de su séquito con la corte inglesa no afectaron nunca al comportamiento del príncipe español que, al parecer, enamoró también a Isabel de Valois de 14 años, la hija de Enrique ll de Francia. Isabel... futura reina y rival, con la que disfrutó de ocho años de felicidad conyugal.

Pacificó sus relaciones con Francia por el tratado de Cateau-Cambresis y en 1560 casó con la joven y atractiva Isabel de Valois , destinada en principio a su hijo Carlos

A los cinco años de matrimonio, la real jovencita tuvo un embarazo gemelar que terminó en aborto. Más tarde, en 1566, tuvo a su primera hija, Isabel Clara Eugenia, y al año siguiente nace Catalina Micaela. El matrimonio con Isabel dio paso a la mejor época de su vida, afincado ya en España, con El Escorial en marcha, con dos hijas, Isabel y Catalina, a las que adoraba y una esposa que lo hacía casi feliz. Las cartas a sus hijas muestran a un padre afectuoso y cariñoso, preocupado por su crecimiento y que lamenta hallarse lejos. En 1568 Isabel de Valois muere a causa de un tercer embarazo (malogrado a los cinco meses).

CUARTO MATRIMONIO

En 1568 Felipe II queda de nuevo viudo, sin descendencia masculina y con dos hijas pequeñas. Luego se caso con Ana de Austria.

Felipe II falleció el 13 de septiembre de 1598 en El Escorial, cuatro meses después de acordar con el rey francés Enrique IV la citada Paz de Vervins y de nombrar a su propia hija Isabel Clara Eugenia gobernadora de los Países Bajos. Le sucedió su hijo el inútil Felipe III, quien entrega el manejo del reino a sus favoritos, especialmente al corrupto Duque de Lerma, bajo cuya influencia acontece la expulsión de más de 500.000 descendientes de moros, cuyas propiedades son usurpadas por los sicarios de la época. Se pierden guerras con Flandes e Inglaterra. El país entra en una de sus peores crisis económicas.


Sublevación de las Alpujarras

La Rebelión de los Alpujarras fue un conflicto acontecido en España entre 1568 ya 1571 durante el reinado de Felipe ll. La abundante población morisca del reino de Granada se alzó en protesta contra la Pragmática Sanción de 1567 , que limitaba las libertades religiosas de dicha población .
Cuando el poder real consiguió vencer a los sublevados, se decidió dispersar a más de 80.000 moriscos procedentes del reino de Granada por varios puntos de la península Ibérica, para evitar que su concentración provocara nuevas rebeliones. Por la gravedad y la intensidad de sus combates también se le conoce como Guerra de las Alpujarras

Batalla de San Quintín

Tras haber sido invadido en 1556 el Reino de Nápoles por las tropas francesas del duque de Guisa, Felipe II ordenó a las tropas españolas que se encontraban en los Países Bajos españoles invadir Francia. La guerra abierta entre Enrique II de Francia y Felipe II de España entraba en su fase más crucial.
Una parte de las tropas españolas eran soldados italianos de los Tercios viejos de Nápole
s.

Batalla de Lepanto

La batalla de Lepanto fue un combate naval de capital importancia que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, frente a la ciudad de Naupacto (mal llamada Lepanto), situado entre el Peloponeso y Epiro, en la Grecia continental.

Se enfrentaron en ella los turcos otomanos contra una coalición cristiana, llamada Liga Santa, formada por España,Venecia, Génova y los Estados Pontificios. Los cristianos resultaron vencedores, salvándose sólo 30 galeras turcas. Se frenó así el expansionismo turco por el Mediterráneooccidental. En esta batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido, sufriendo la pérdida de movilidad de su mano izquierda, lo que valió el sobrenombre de «manco de Lepanto». Este escritor, que estaba muy orgulloso de haber combatido allí, la calificó como «la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros».



El Escorial


El Escorial es un municipio de laComunidad de Madrid (España), perteneciente a la comarca de laCuenca del Guadarrama. Dentro de su término fue erigido, en el siglo XVI, el célebre Monasterio de El Escorial. Sin embargo, esta construcción se encuentra en la actualidad en San Lorenzo de El Escorial, municipio surgido dos siglos después
El Escorial, forma parte de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, realizada por la Unesco el 2 de noviembre de1984, en referencia al Monasterio y al Real Sitio.
En la segunda mitad del siglo XVI, el término de El Escorial (que aparecía en la grafía del momento como Escurial o Scurial) fue elegido por Felipe II para construir un monasterio conmemorativo de la Batalla de San Quintín. En una carta fechada el 15 de abril de 1561, el monarca dejaba claras sus intenciones al respecto.
Entre los años 1562 y 1598, se llevaron a cabo importantes obras de infraestructura
El perímetro de este espacio quedó vallado mediante de la llamada Cerca de Felipe II, que se extendía por los actuales términos de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Santa María de la Alameda y Zarzalejo.